22 noviembre 2011

SANTA CECILIA, MÁRTIR Y MITO...

SANTA CECILIA, MÁRTIR Y MITO...



Como acontece cada 22 de noviembre, los músicos del mundo celebramos a Santa Cecilia, patrona también de los poetas y de los ciegos.


Su imagen aparece en innumerables mosaicos, pinturas y esculturas en las que se la representa llevando en las manos un instrumento musical.


Pero no existen datos que nos lleven a relacionar a Santa Cecilia con la música, ya sea como cantante, ejecutante o compositora. Surge la pregunta: ¿Cómo es que Santa Cecilia ha llegado a ser universalmente aceptada como la santa patrona de la Música?

Santa Cecilia canta y toca el órgano acompañada por dos ángeles, en un cuadro (1620) de Matteo Rosselli.

Santa Cecilia, virgen y mártir, a la que tanto la Iglesia Católica como la Ortodoxa conmemoran el 22 de noviembre como Patrona de la Música, fue según la tradición una joven romana de familia senatorial, cuya virginidad, protegida por un ángel, respetó hasta su propio marido.



La historia, o más bien la leyenda, cuenta que la noble cristiana romana Cecilia, en la noche de su boda con el joven pagano Valeriano, revela a éste que un ángel custodia su virginidad, invitándole al mismo tiempo a creer en un sólo Dios y a bautizarse como único medio para ver al ángel.

Bautizado Valeriano en la vía Apia por el papa Urbano vuelve junto a su esposa, a la que encuentra en compañía del ángel que corona a los esposos con rosas y lirios.

Convertido también Tiburcio, hermano de Valeriano, y bautizado por el mismo Urbano, ambos hermanos se ocupan de enterrar a los mártires de la persecución de Turcio Almaquio. Denunciados por esta práctica, son decapitados.

El funcionario del prefecto, Máximo, que había sido designado para ejecutar la sentencia, se convirtió al cristianismo y les da sepultura, por lo que también es ejecutado. Cecilia recoge sus restos y los deposita junto a los de su esposo y cuñado; es denunciada a su vez y condenada a ser arrojada al fuego de las termas de su propia casa, pero sale ilesa. Entonces Almaquio ordena que sea degollada.

Tras sobrevivir milagrosamente a varios intentos de ejecución, acabó muriendo, después de tres días de agonía, a causa de las heridas infligidas por un verdugo que no logró decapitarla pese a efectuar tres intentos. El papa Urbano, ayudado por sus diáconos, entierra a la mártir y consagra su casa como basílica.


El relato en sí no tiene valor histórico; es un romance pío, como tantos otros recopilados en los siglos V y VI. En cambio la existencia de los tres mártires mencionados es un hecho histórico. La relación entre Cecilia y Valeriano, Tiburcio y Máximo, mencionados en las "Actas de Santa Cecilia", tienen quizá algún fundamento histórico.

Cecilia fue sepultada en una cripta de las catacumbas de San Calixto. Stefano Maderna, artista no muy conocido, esculpió en 1599 la figura de Santa Cecilia en mármol de Carrara, haciendo una estatua yacente, con las manos entrelazadas, mostrando una, un dedo, el dedo índice, y la otra tres, simbolizando la fe inquebrantable en la unidad divina y en la trinidad de personas. En el altar mayor de la iglesia de su nombre, en el Trastévere romano, puede contemplarse la efigie junto a las reliquias milagrosas de la santa, a donde se trasladaron en el siglo XI.


En el lugar donde se encontraron sus restos hay una copia de la escultura que reproduce la forma en que se encontró el cuerpo de la santa.
Escultura de mármol jaspeado de Santa Cecilia, en la que puede
apreciarse la herida producida en su cuello por los fallidos intentos
de decapitación, que fue realizada en 1599 por Stefano Maderna y
que se encuentra ubicada en la iglesia a ella dedicada en Roma
A la luz de los documentos históricos corroborados, la existencia de Santa Cecilia podría ser una leyenda, puesto que no se la menciona en ninguna de las listas de santorales de la época, hasta la aparición de las "Actas de Santa Cecilia" (hacia el año 480, unos tres siglos después de su supuesto martirio), y su patronazgo sobre la Música, proclamado en 1594 por el Papa Gregorio XIII, podría ser fruto de una mala traducción del latín de dichas Actas.
Santa Cecilia, por Nicolas Poussin, hacia 1627-1628 - Óleo sobre lienzo

Parece ser que está fundamentado en una traducción errónea de la palabra organis de las mencionadas "Actas de Santa Cecilia", que en latín significa: “instrumentos” (pudiendo ser incluso los de tortura: candentibus organis, como figura en los códices más antiguos, en vez de canentibus organis), y que se tradujo, quizá interesadamente, por “órgano”, instrumento que la Iglesia Católica empezó a introducir en sus templos en siglo VI. Y así, lo que en el texto original venía a significar que la santa, desdeñando los candentes instrumentos de tortura, o el canto de los instrumentos musicales, tan sólo quería alabar a su Señor, pasó a ser que la santa se entregaba a su Señor cantando y tocando el órgano. Con lo que de despreciar la música para alcanzar la virtud pasó a alcanzar la virtud interpretando música...
Cecilia, como Patrona de la Música, ha inspirado grandes obras musicales, literarias y pictóricas como "El éxtasis de Santa Cecilia" de Rafael...


o la Santa Cecilia de Rubens...



y otras numerosas obras de grandes artistas...

2 comentarios:

  1. Que historia mas bonita!....Gracias como siempre Lorenzo. Un abrazo. Pilar

    ResponderEliminar
  2. Interesante,este bosquejo de la Patrona de los Músicos... mis felicitaciones

    ResponderEliminar

AUNQUE NO ESTÉS REGISTRADO, PUEDES ESCRIBIR MENSAJES COMO ANÓNIMO, PERO ME GUSTARÍA QUE, AL FINAL DE TU COMENTARIO, DEJARAS AL MENOS TU NOMBRE Y, SI NO TE CONOZCO, TAMBIÉN EL LUGAR DESDE EL QUE ME VISITAS... G R A C I A S * (Lorenzo)