FREDDIE MERCURY, UNA ESTRELLA FUGAZ...

FREDDIE MERCURY, UNA ESTRELLA FUGAZ...

Freddie Mercury es, sin duda, el gran artista que protagoniza los mayores homenajes de este 2011. 

Coinciden este año el 65 aniversario de su nacimiento (5 de septiembre), el vigésimo aniversario de su muerte (24 de noviembre) y los 40 años de "Queen", la famosa formación de la que fue líder indiscutible...


Su magia volvió a renacer en un "doodle" con el que Google lo homenajeó el 5 de septiembre, para el aniversario de su nacimiento, en un clip de un minuto y medio, una divertida y colorida animación del himno de la legendaria banda británica, en la que Mercury protagoniza la historia de ”Don't stop me now“ convertido en un personaje de los videojuegos clásicos.

* Para reproducir el vídeo, hacer click en el triángulo del PLAY y subir el volumen...

El famoso buscador sumerge al espectador en un recorrido por los mejores pasajes de un Freddie Mercury animado, con la estética propia de los '80 que, incluso, en un momento recrea la imagen pixelada de los videojuegos Nintendo.

Freddie Mercury, pintor y compositor, pero, sobre todo, uno de los líderes más carismáticos y dinámicos en la historia del rock, nació en Zanzíbar, una isla del Océano Índico, entonces un protectorado británico y actualmente parte de Tanzania, el 5 de septiembre de 1946, bajo el nombre de Farrokh Bulsara. A pesar de su apellido y de su lugar de nacimiento, los padres de Freddie (Jer y Bomi Bulsara) eran británicos de origen Persa (su padre era contable en la administración civil británica)

En sus tiempos mozos cambió ese nombre difícil de pronunciar por el de Freddie y, cuando ya se dedicaba profesionalmente a la música, sustituyó su apellido por Mercury en alusión a Mercurio, el mitológico mensajero de los dioses.

Los medios de comunicación británicos llegaron a consagrarlo en vida como el "Máximo Dios del Rock", pero fue mucho más que esa imagen dominante sobre el escenario y sería más justo definirlo como un creador multidisciplinario, en un tiempo en que eso no era tan habitual como ahora, un hombre culto que adoraba la Ópera y estudió dibujo y diseño...

Junto al guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor y el bajista John Deacon, en 1971 dio forma a "Queen", un cuarteto que supo amalgamar el arrasador sonido rockero con elementos musicales diversos (de la música negra a lo sinfónico y del pop a la electrónica) para construir una sonoridad personal e inimitable.

A lo largo de dos décadas y 14 álbumes, el conjunto británico hizo todo lo que le dio la gana en una aventura creativa integral a la que nadie pudo seguirle el paso y de la que Freddie fue un innegable bastión.

"Queen" transformó la escena musical de los años '70 y '80, y vendió en total más de 300 millones de discos, la mayoría después de la muerte de su cantante. 

Freddie Mercury compuso hits que han atravesado el tiempo a fuerza de talento y originalidad como, por citar apenas algunos, "Bohemian Rhapsody", "Don't Stop Me Now", "Crazy Little Thing Called Love", "Seven Seas of Rhye" y "We are the Champions".

Mercury, de carácter tímido en las distancias cortas, se transformaba en el escenario en un monstruo dominador de masas, a las que manejaba a su antojo y contagiaba su entusiasmo.

Son legendarios sus extravagantes ropajes. Ha llevado mallas de satén, taparrabos de lentejuelas que no dejaban prácticamente nada a la imaginación, un kimono japonés que era una verdadera antigüedad, valorado en más de 300 libras, y modelos exclusivos diseñados por Zandra Rhodes. 

Se rizó su pelo liso, se alisó el pelo rizado, se pintó las uñas de negro (tras una temporada decidió pintarse una sola mano: "uno se está haciendo viejo", bromeó. 

Arrojaba al auditorio el cinturón de su kimono, las toallas que utilizaba para enjugarse el sudor del rostro y enormes cantidades de rosas a las que un ayudante había quitado previamente las espinas. 

Algunos han copiado a Freddie Mercury, pero nadie ha sido capaz de emular la personalidad arrebatadora y carismática en escena de este “showman” de grandes dientes, que se convirtió en uno de los iconos de los '80 pese a que, según el mismo aseguraba, era bastante tímido.

Sus dotes vocales eran poderosas, con un timbre brillante y un insuperable derroche de energía en el escenario. Fue ésto último lo que mejor definió al intérprete, su actitud en el escenario: extravagante, hedonista, mágica.


La admiración y el magnetismo que generaba su persona, ayudado por su poderosa voz y sus innovadoras extravagantes puestas en escena, que él mismo proponía para su banda, han permanecido intactos, desde el 24 de noviembre de 1991, fecha en la que Freddie Mercury falleció, a los 45 años, un día después de confesar que tenía SIDA, en su casa de la lujosa calle de Knighsbridge, lejos de los flashes y la atención mediática que lo persiguieron en los multitudinarios conciertos ofrecidos en vida.

En la conmemoración, el 24 de noviembre, de los 20 años de la muerte de Freddie Mercury, sus fans no pudieron rendir tributo en ningún cementerio, ya que el cuerpo del cantante fue incinerado en Londres y las cenizas fueron esparcidas en un lago suizo pocos días después.

El día de su entierro su ataúd llevaba una rosa roja encima y en la ceremonia se escuchó la canción "Barcelona", grabada en 1987 por el músico británico con su admirada Montserrat Caballé y que se convirtió en el himno de los Juegos Olímpicos de 1992, cuando Mercury ya había fallecido.

Una de sus heroínas de todos los tiempos era la diva Montserrat Caballé. Y en marzo de 1986 la conoció en su casa de Barcelona. Una asombrosa pareja se forjó cuando Montserrat aceptó grabar un álbum con Freddie. Éste escribió una canción sobre Barcelona para ella y los dos empezaron a grabar este álbum. Freddie y Montserrat aparecieron en escenario juntos por primera vez en mayo de 1987 en el Festival de Ibiza´92, auspiciados por el famoso Club Ku. Allí estrenaron "Barcelona".

El Comité Olímpico Español adoptó la canción como tema para los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.

En esta canción, escrita por Mercury y el productor musical Mike Moran, se pone una vez más de manifiesto el gusto que el genial cantante sentía por la Ópera. 

El single "Barcelona" fue lanzado en España en septiembre de 1987 y se vendieron 10.000 copias en tan sólo tres horas. 

Tan solo hizo dos álbumes en solitario: "Mr. Bad Guy" en 1985 y "The Freddie Mercury Álbum" en el '92, además del de con con Montserrat Caballé, "Barcelona", en 1987.

Freddie Mercury no es sólo el espíritu, la estética, la música, el glamour, la cara y la voz de Queen. Freddie es, además, una de las más grandes estrellas del rock de todos los tiempos. Su espíritu provocador, su pasión por vivir intensamente, su enorme sentido del humor, su fascinación por el espectáculo y su evidente genialidad calaron muy hondo en el mundo del pop y del rock.

Además, sobre el escenario, ha sido una de las figuras más impactantes de la música moderna: su manera de moverse, sus gestos, ademanes y el tremendo feeling que sabía intercambiar con el público han marcado época.

”Soy una estrella fugaz atravesando el cielo / como un tigre desafiando las leyes de la gravedad / soy un coche de carreras paseando como Lady Godiva / voy a ir, ir, ir / nada va a pararme“, dice una de las canciones que canta Freddie, como una suerte de deseo, desde la eternidad...

Lorenzo López Carrillo

5 SEP + 24 NOV de 2011